¿Está América Latina lista para la revolución de la IA?

El impulso en años recientes de la Inteligencia Artificial en el mundo ha abierto una inmensa oportunidad para que América Latina implemente esta tecnología en segmentos como la economía, la salud, la mejora de la calidad de vida de los ciudadanos y la seguridad.

Se trata de un momento clave para que instituciones, gobiernos, empresa privada y ciudadanos entiendan el potencial de estas innovaciones, pero así mismo conscientes de que hay muchos retos por afrontar con el fin de hacer realidad la inmersión de esta herramienta en la innovación y desarrollo.

Los ejemplos de la aplicación de la IA en aspectos que impulsan el desarrollo de las naciones y proveen mayor bienestar a la población ya son comprobados. En Estados Unidos, la IA le ha permitido al FBI encontrar más rápido a niños desaparecidos, agregando millones de ciberconsejos y difundiendo rápidamente la información a las fuerzas de seguridad locales. En Washington, la capital de esta nación, este desarrollo ya permite gestionar cerca de 3.000 kilómetros de tuberías de alcantarillado, lo que ha impactado en la reducción de costos y la eficiencia en su mantenimiento. Así mismo, las autoridades de tránsito en la ciudad de Chicago, también en EE.UU., han logrado optimizar la administración de su flota de autobuses mediante el análisis de los patrones de desplazamiento y la predicción de la demanda de pasajeros en tiempo real.

Frente a estos casos de uso, el punto para América Latina está en saber qué tanto impulso de inversión tienen sus estados para poder acercarse a lo que están haciendo las grandes potencias con la IA. “Para aprovechar al máximo el potencial de la inteligencia artificial se requiere de un entorno habilitante que incluya infraestructura digital, disponibilidad de datos, talentos digitales y capacidades de innovación y emprendimiento digital”, dice la Comisión Económica para América Latina (Cepal).

IA: retos para la región

La Cepal, en un reciente informe de pronósticos sobre las oportunidades que le entrega la IA a la región, reveló varios de los desafíos que deben resolverse con miras a lograr que, realmente, las poblaciones encuentren en la IA los beneficios que se le atribuyen. El organismo encontró la necesidad para los países de esta parte del mundo de adecuar un marco de planeación sólido para los años que vienen y que, de esta forma, existan bases confiables y duraderas que den respaldo a las inversiones que están por llegar.

Un reporte del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) da cuenta de que, en la actualidad, la inyección de dinero para el desarrollo de la Inteligencia Artificial en la región se queda en pañales cuando se ve lo que pasa en países como Estados Unidos o Canadá.

Si bien se prevé que la IA contribuirá hasta el 5,4% del PIB de América Latina para 2030 –equivalente a aproximadamente 0,5 billones de dólares–, la cifra queda por detrás de la de América del Norte, que ganará más del 14,5% de su PIB en el mismo período

Dice el PNUD.

Lo anterior lleva a pensar, dice el mismo organismo multilateral, que el reto está en mejorar la baja adopción de la región para potenciar a la ciencia y tecnología, toda vez que sus frutos suelen ser palpables.

En este contexto, es evidente que son varias las industrias de la economía regional las que tienen oportunidades palpables de hacer un correcto uso de la IA. Sin embargo, el mismo PNUD explica cuáles son las barreras a derribar en el más inmediato plazo. En su opinión, es fundamental construir un ecosistema de apoyo en tres ejes: Inversión en infraestructura digital, educación y mejora de las habilidades de la fuerza laboral. Además, se requiere instituciones efectivas que permitan, regulen y construyan sistemas de IA éticos e inclusivos, menciona el organismo.

La meta de implementar los cambios en materia de infraestructura demanda recursos y tiempo, pero los beneficios en productividad y en una mejor calidad de vida de los hogares suelen verse en plazos cercanos.

Mano de obra, esencial en la evolución

Un elemento esencial en todo este contexto de implementación de la IA tiene que ver con la oportunidad que tiene la región de que el incremento de la productividad gracias a esta innovación no choque con el reemplazo de la mano de obra. Este es el llamado de atención que hacen instituciones como la Organización Internacional del Trabajo (OIT), lo que tampoco quiere decir que ese riesgo termine por bloquear el uso de la IA en la región.

Según un estudio de cierre del 2023 de la OIT, el 5,5% del empleo total en los países de renta alta está expuesto a los efectos de procesos automatizadores de la tecnología, mientras que en los países de renta baja el riesgo de automatización solamente afectaría a un 0,4% del empleo.

La IA bien utilizada en el mercado laboral de los países de América Latina llevaría a un impulso en la calidad de los empleos, pues se necesitan perfiles menos mecánicos y más analíticos. Apunta el estudio a explicar que la mayoría de los empleos e industrias están parcialmente expuestos.

Es más probable que sean complementados que sustituidos por la última ola de IA Generativa, como el chatGPT. Por lo tanto, es probable que el mayor impacto de esta tecnología no sea la destrucción de empleo, sino más bien los cambios potenciales en la calidad de los puestos de trabajo, en particular la intensidad del trabajo y la autonomía

Aclara la OIT.

En conclusión, América Latina tiene la oportunidad única de apalancarse en las soluciones que permite la IA para crear ecosistemas productivos, cerrar brechas sociales e impulsar a los países de la región para que mejoren sus niveles de productividad y competitividad. El objetivo consiste en promover la innovación, con miras a acercarse a lo que están haciendo las potencias mundiales, pero mejorando la infraestructura, invirtiendo en tener conexiones a internet más sólidas, potenciando el conocimiento y fortaleciendo la mano de obra local.

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