Marketing de experiencia, una estrategia fundamental en la industria de la hospitalidad

El avance tecnológico y la fuerza que toman cada vez las redes sociales, como un elemento para posicionar los mensajes de las empresas, han revolucionado el sector de la hospitalidad.

Actualmente, los hoteles deben estar a la vanguardia para desarrollar estrategias de alto impacto en canales distintos, nuevos formatos y plataformas para lograr sus objetivos de marketing.

En esta industria, el éxito consiste en generar una conexión entre los productos y servicios y las necesidades de los clientes de forma innovadora. En un contexto con una amplia oferta, se busca crear recordación, fidelización y retención.

Pero, ¿de qué manera se puede lograr esto? Es aquí donde vale la pena mencionar a Scott Robinette y Claire Brand quienes resaltaron un método para atraer clientes para toda la vida: “Mercadeo de Experiencia o Marketing Emocional”. Este consiste en tratar de crear una conexión sostenible que genere que los clientes sientan que son importantes y cumplen un rol fundamental para la compañía.

Y es que las experiencias siempre han formado parte de la vida de las personas y, por supuesto, de los consumidores. El ser humano posee la facultad de asociar y relacionar las sensaciones procedentes de cada uno de sus sentidos, vinculándolas con ideas y conceptos que a su vez generan emociones y sentimientos, haciendo de sus vivencias experiencias memorables y relacionándolas con las marcas.

De acuerdo con esta visión, Joseph Pine autor, conferencista y consultor de compañías de Fortune 500, manifiesta que es un imperativo para los negocios y directores de marca entender que cuando una persona consume no busca únicamente adquirir un producto o servicio, sino experiencias que trasciendan a su estilo de vida y aspiraciones.

Por eso, en industria de la hospitalidad, la experiencia es uno de los pilares fundamentales, pues es posible transmitir de primera mano conceptos como la tranquilidad, confort o exclusividad ligándolos al disfrute de un momento único y relevante para la cotidianidad. De esta forma, los huéspedes y/o visitantes satisfacen sus necesidades pero, a la vez, se vinculan con el ADN de las marcas haciéndolo propio.

Uno de los ejemplos en los que se puede evidenciar el marketing de experiencia es ofrecer habitaciones temáticas, las cuales son muy efectivas para contar una historia impactante, atraer un público diverso y aumentar la conexión. Al diseñar una habitación temática, se crea una experiencia inmersiva que permite a los visitantes traer recuerdos, generar lazos en un ambiente diferente y disfrutar de una estadía que va más allá de lo convencional.

Por otro lado, se encuentran las experiencias gastronómicas sensoriales. Los hoteles están ofreciendo cada vez más estas actividades en las que involucran a los huéspedes de manera multisensorial, combinando los sabores, los aromas, las texturas y los sonidos para crear momentos únicos e inolvidables a través de los sentidos.

En definitiva, desarrollar este tipo de estrategias les permite a los hoteles construir una imagen sólida y atractiva que los diferencie de la competencia. Es una inversión clave que puede generar resultados satisfactorios en muy corto tiempo.

Sin embargo, habrá que seguir replanteando o fortaleciendo las acciones a medida que cambien las tendencias de los consumidores o las dinámicas del mercado en el que se desarrolle la organización.

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